domingo, 24 de abril de 2011

Más puertas, como todos los domingos (puertas del camino, quinta entrega)

Al igual que todos los domingos, como lo hago desde hace poco más de un mes, subo hoy cinco puertas de la serie de fotos que hice hace un par de años en mi recorrido a lo largo del Camino de Santiago. Van así como salieron, en crudo, sin edición, con la impronta del instante efímero en el que fueron observadas y fotografiadas.

Caminar unos 30 km. todos los días supone un ejercicio, un entrenamiento y un RITMO. Por supuesto que había paradas a lo largo de la ruta diaria, pero no era posible ni bueno detenerse ante cada estímulo, ante cada una de las muchas cosas que me gustaran. Desarrollé entonces una habilidad nueva, que me permitía hacer foco de lejos en los detalles que me atrajeran, preparar la cámara mientras me acercara a ellos, y sacar la foto incluso sin detenerme.

Estas imágenes fueron capturadas sin otra intención que la de retener detalles que me atrajeron de ese modo entre inconsciente y veloz. Cuando las ví todas juntas, a mi vuelta a casa, me gustó tener toda la serie, y empezar a comparar y a mirar con otros tiempos, y casi con otros ojos. Algunos me sugirieron planear una exposición con las fotos. Quizás lo haga en algún momento, por ahora las publico acá, fantaseando con que los lectores del blog dedicarán quizás a mis fotos las mismas miradas fugaces que yo le obsequié a las puertas originales. Fantaseo con que entre a sus ojos algo de aquellos instantes fugaces y mágicos por los que atravesé en aquel feliz mes de caminante.






lunes, 18 de abril de 2011

teatro Colón, UNA a favor...


Buena parte del mundo de la cultura, en Argentina, se queja del Teatro Colón. Unos dicen que no funciona como creen que debería, otros se quejan de los sueldos, hay quienes dicen que las temporadas no tienen las figuras internacionales de otros años, que el director no es bueno, que la administración es caótica, que el sistema de seguridad es hitleriano....

También yo he sido perjudicado por los problemas del teatro. Cobré la semana pasada mis honorarios por el comentario para el programa de mano de la ópera Don Giovanni, que subió a escena en julio del año pasado (!!!!), dinero que me rinde mucho menos que cuando lo entregué, por la inflación que tenemos.

Más allá de todo esto (que verdaderamente me llena de bronca), sigue habiendo cosas que me parecen buenísimas del teatro, y entre esas han estado las visitas de Keith Jarret y La Fura dels Baus en las últimas semanas. Podemos criticar los precios de las entradas, podemos decir que el Colón es elitista (si una platea cuesta $800 se hace difícil acceder a ella), etc. Sin embargo me parece que hay muchas cosas buenas en medio del mega-caos, y creo que hay que mostrarlas, también. Que alguien tuviera la IDEA de traer a Jarret o a la Fura al teatro, es un dato que no me parece menor, y que esas expresiones tengan allí, creo que es un buen signo para nuestra cultura.

Quizás sea la única gota de agua dulce en medio del mar, pero bueno, esa gota existe, y por lo tanto la festejo.

domingo, 17 de abril de 2011

Puertas,... ¿para escapar? (puertas del camino, cuarta entrega)

Como estoy haciéndolo todos los domingos, posteo hoy cinco nuevas fotos de puertas de las que saqué en el Camino de Santiago, hace un par de años. Y luego un texto cortito pero magnífico: una carta de Cortazar a Pizarnik, con una metáfora de puertas, escapes y horrores que algunos comprenderán en toda su dimensión, y otros podrán leer como un buen texto epistolar.

¡Disfruten de las fotos, del texto, y del resto del domingo!







París, 9 de septiembre de 1971

Mi querida, tu carta de julio me llega en septiembre, espero que entre tanto estás ya de regreso en tu casa. Hemos compartido hospitales, aunque por motivos diferentes; la mía es harto banal, un accidente de auto que estuvo a punto de. Pero vos, vos, ¿te das realmente cuenta de todo lo que me escribís? Sí, desde luego te das cuenta, y sin embargo no te acepto así, no te quiero así, yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del lenguaje mismo del cariño y la confianza –y todo eso, carajo, está del lado de la vida y no de la muerte. Quiero otra carta tuya, pronto, una carta tuya. Eso otro es también vos, lo sé, pero no es todo y además no es lo mejor de vos. Salir por esa puerta es falso en tu caso, lo siento como si se tratara de mí mismo. El poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese poder era el antagonista frente a la vida, y ésta el verdugo del poeta. Los verdugos, hoy, matan otra cosa que poetas, ya no queda ni siquiera ese privilegio imperial, queridísima. Yo te reclamo, no humildad, no obsecuencia, sino enlace con esto que nos envuelve a todos, llámale la luz o César Vallejo o el cine japonés: un pulso sobre la tierra, alegre o triste, pero no un silencio de renuncia voluntaria. Sólo te acepto viva, sólo te quiero Alejandra....

(Carta de Julio Cortázar a Alejandra Pizarnik)

viernes, 15 de abril de 2011

Purcell Weekend


Purcell es, este fin de semana, la figura central de mi actividad. Toco dos conciertos, el sábado en Bs.Aires y el domingo en Mendoza, y en ambos hay buenas dosis de músicas de este compositor, además de la oda por su muerte, que le escribiera su amigo John Blow.

Posteo a continuación los sitios y lugares, quizás puedan acercarse a estos conciertos, y disfrutar de nuestra versión restaurada, según nuestros criterios, de la música de la Restauración inglesa.


SÁBADO 16 / BUENOS AIRES
Sábado 16 de Abril, 20 Hs.
Homenaje a Henry Purcell
Museo Larreta
Juramento y Vuelta de Obligado, Buenos Aires
Entrada $ 20
Phil d’Or
Adriano d’Alchimio y Walter Eichenberger, contratenores
José Luis Etcheverry y Ramiro Albino , flautas dulces
Manuel Adduci Spina, viola da gamba
Jurek Wesolowski, archilaúd
Matías Targhetta, clave y órgano
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DOMINGO 17 / MENDOZA
Violetta Club
“Stravaganza barroca: chaconas, grounds y bassi”
Domingo 17 de abril – 20:30 horas
La Nave Cultural(Sala Tres)
Parque Central, ciudad de Mendoza
Entrada general: $20
Violetta Club
Sebastián Alcaraz & Alejandro Fiore , violín barroco
Gabriela Guembe, viola da gamba
José Luis Di Marco , violoncello barroco
Gustavo Richter, clave y órgano
Griselda López Zalba, soprano (invitada)
Ramiro Albino, flauta y arpa (invitado)
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PROGRAMA PARA EL SÁBADO:
MATTHEW LOCKE (1630-1677)
Pavan à 3 2 flautas dulces y bajo continuo
HENRY PURCELL (1659-1695)
“In vain the am’rous flute”
“Sweetness of nature”
2 contratenores, 2 flautas dulces y bajo continuo
WILLIAM CROFT (1678-1727)
Ground en Do menor clave solo
HENRY PURCELL
Two in one upon a Ground
2 flautas dulces y bajo continuo HENRY PURCELL
“O let me weep!”
contratenor, flauta dulce y bajo continuo
“Oh, the sweet delights of Love!”
2 contratenores y bajo continuo
II
MAURICE GREENE (1695-1755)
Voluntary órgano solo
JOHN BLOW (1649-1708)
Oda a la muerte de Henry Purcell

2 contratenores, 2 flautas dulces y bajo continuo
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PROGRAMA PARA EL DOMINGO:
Tarquinio Merula (1594 – 1665): Ciaconna
C. Monteverdi (1567 – 1643): “Voglio di vita uscir”
Pandolfo Mealli (1660 – 1690): Sonata “La Cesta”
G. Rigatti (1615 – 1649): “Ave Regina Coelorum”
Marco Uccellini (1603 – 1680): Aria sopra la bergamasca
Henry Purcell (1659 – 1695): Triumphing Dance
Michel Farinel (1649 – 1726): A ground
Anón. ingles s. XVII: A ground danc’d at the Theatre
H. Purcell: “Music for a while”
H. Purcell: Sonata chacona
H. Purcell: “Sound, Fame, thy brazen trumpet”

domingo, 10 de abril de 2011

Muda y sorda está la puerta... (puertas del Camino, tercera entrega)

Posteo hoy una tercera serie de cinco fotos de puertas, de las que saqué en el Camino de Santiago. Pueden ver las entregas anteriores clickeando en la sección "Camino de Santiago" del blog, en la columna derecha. Gracias a todos los que me han enviado correos dicièndome que han disfrutado de estas imágenes, y los invito a seguir imaginando historias, detrás de estas puertas.








A la puerta del olvido
llama en vano el pecho herido:
Muda y sorda está la puerta;
que una llaga siempre abierta
es amar sin ser querido.

(Fragmento de Amar sin ser querido, de Manuel González Prada)

sábado, 9 de abril de 2011

Ode on the death of Mr. Henry Purcell, una pieza para tener muy en cuenta!

Dentro de una semana participaré de un concierto en Buenos Aires, donde la obra más importante del programa es la Oda por la Muerte de Henry Purcell, de John Blow, compuesta para dos contratenores, flautas dulces y bajo continuo.

Estos días me he dedicado a estudiar la música, que se estrenó en la Argentina en un concierto que dirigí hace unos diez años, y he vuelto a maravillarme, no sólo con el contrapunto y los recursos compositivos de Blow, sino además con el texto de Dryden.

Los invito a escucharla, y en lo posible a seguir el texto, magistralmente pintado en música. El video presenta la edición facsimilar que aparece en pantalla a medida que avanza la música. Como la obra es muy larga, está subida a You tube en tres capítulos. Subo aquí sólo el primero, los que estén interesados pueden verla directamente en aquella página.

En estos días anunciaré debidamente el concierto, por este medio y por todos los otros que tengo para hacerlo, pero les voy avisando, al menos, día y hora: 16 de abril, a las 20, en el Museo Larreta, en Buenos Aires.

Disfruten de esta maravilla!






An Ode on the death of Mr. Henry Purcell
Text by John Dryden

Mark how the lark and linnet sing,
With rival notes
They strain their warbling throats,
To welcome in the spring.
But in the close of night,
When Philomel begins her heav’nly lay,
They cease their mutual spight,
Drink in her music with delight,
And list’ning and silent, and silent and list’ning,
and list’ning and silent obey.

So ceas’d the rival crew when Purcell came,
They sung no more, or only sung his fame.
Struck dumb they all admir’d the matchless man,
The matchless man,
Alas, too soon retir’d,
As he too late began.
We beg not hell, our Orpheus to restore,
Had he been there,
Their sovereigns fear
Had sent him back before.
The pow’r of harmony too well they know,
He long e’er this had tune their jarring spheres,
And left no hell below.

The heav’nly quire, who heard his notes from high,
Let down the scale of music from the Sky:
They handed him along,
And all the way he taught, and all the way they sung.
Ye brethren of the lyre, and tunefull voice,
Lament his lott: but at your own rejoice.
Now live secure and linger out your days,
The gods are pleas’d alone with Purcell’s layes,
Nor know to mend their choice.

Oda a la muerte de Henry Purcell
Texto de John Dryden

Ved cómo cantan la alondra y el jilguero
con notas rivales
ponen a prueba sus gorjeadoras gargantas
para recibir a la primavera.
Mas, en medio de la noche,
cuando Philomel comienza su canto celestial,
cesa el mutuo encono,
se empapan de su música con deleite,
y atentos y callados, y callados y
atentos, y atentos y callados acatan.

Así se detuvieron los bandos rivales cuando llegó Purcell
no cantaron más, o sólo cantaron su fama.
Enmudecidos, todos ellos admiraron al hombre sin par,
al hombre sin par,
ay, demasiado pronto ido,
y tan tardo en llegar.
No suplicamos al Averno que nos restituya a nuestro Orfeo:
de haber estado él allí,
el temor de su soberano ya lo hubiera devuelto.
Demasiado bien conocen el poder de la Armonía:
de permanecer allí les hubiera afinado sus discordantes círculos,
y no hubiera dejado nada infernal allí abajo.

El coro celestial, que desde lo alto oyó sus notas,
descolgó la escala musical desde el cielo:
Lo llevaron de la mano, y en todo el camino él enseñaba,
y todo el camino ellos cantaban.

Vosotros, hermanos de la lira y la voz melodiosa,
lamentad su suerte: mas regocijaos de la propia.
Vivid confiados, y perduren vuestros días,
Los dioses se solazan sólo con el canto de Purcell,
y no piensan enmendar su elección.

domingo, 3 de abril de 2011

Toc Toc!!!... (puertas del Camino, segunda entrega)

Posteo hoy una segunda entrega de fotos tomadas a puertas que encontré a lo largo del Camino de Santiago. Si bien son sumamente anecdóticas, podemos encontrar en ellas el origen de mil historias y fantasías. Sobran las palabras, que hablen ellas (y Olga Orozco, a quien robo fragmentos de un poema).







Detrás de aquella puerta
(fragmentos del poema de Olga Orozco)

En algún lugar del gran muro inconcluso está la puerta,
aquella que no abriste
y que arroja su sombra de guardiana implacable en el revés de todo tu destino.
Es tan sólo una puerta clausurada en nombre del azar,
pero tiene el color de la inclemencia
y semeja una lápida donde se inscribe a cada paso lo imposible.
Acaso ahora cruja con una melodía incomparable contra el oído contra el oído de tu ayer,
acaso resplandezca como un ídolo de oro bruñido por las cenizas del adiós,
acaso cada noche esté a punto de abrirse en la pared final del mismo sueño
y midas su poder contra tus ligaduras como un desdichado Ulises.

(...)

No te acerques entonces con tu ofrenda de tierras arrasadas,
con tu cofre de brasas convertidas en piedras de expiación;
no transformes tus otros precarios paraísos en páramos y exilios,
porque también, también serán un día el muro y la añoranza.
Esa puerta es sentencia de plomo; no es pregunta.
Si consigues pasar,
encontrarás detrás, una tras otra, las puertas que elegiste.

(el poema completo lo pueden encontrar en http://www.poesia-inter.net/ooxx-018.htm)

sábado, 2 de abril de 2011

anteojos para escuchar

Mi trabajo de estas semanas se basa en dos tareas fundamentales. Por un lado estoy editando un disco que grabamos con la Capilla del Sol hace poco más de un mes, pero paralelamente me dedico a escribir un libro que me debía hace tiempo, acerca de la música en las misiones jesuíticas de América del Sur.

Editar el disco implica horas de escucha de cada una de las tomas que hicimos, para poder elegir esos segundos donde están la dicción más perfecta, la afinación que queremos y la intención que soñamos para cada fragmento de música. Por su lado, el libro me hace reflexionar permanentemente en las condiciones perceptivas de quienes vivieron en la época de las misiones (ss. XVII y XVIII), a la luz de los estímulos con los que contaban, y del fuerte aparato ideológico que era capaz de controlar la parte más íntima y personal de sus sensaciones. En síntesis, percibo y analizo el percibir ajeno, en un extraño y divertido juego dialéctico.

Y lo que voy a plantear acá puede ser la obviedad más grande, pero por momentos es tan fuerte lo que me pasa, que quise compartirlo (quizás lo que no pueda sea comunicárselo a ustedes, porque me faltan palabras, o arte para contarlo). En síntesis he reflexionado sobre lo diferente que es lo que decimos del modo en que pensamos que lo hemos hecho. Tomas del disco que pensé que eran buenísimas son sólo buenas, y cosas que recuerdo como "perfectas" están llenas de impurezas. ¿Cómo es posible que pase esto, si me dedico desde hace tiempo a producir y analizar discursos?, ¿No debería, a esta altura, ser capaz de producir resultados más previsibles?. En ciertos ámbitos sí, y felizmente eso lo tengo comprobado por mi experiencia de hacer radio, de dar clases, escribir artículos o brindar conciertos. El cambio se da porque me refiero a una grabación, a un texto (musical, en este caso) que debió ser efímero, pero lo estoy haciendo permanente, repetible.

Tras cavilar bastante sobre todo esto llegué a la conclusión de que las músicas que grabé suenan bien, o muy bien, pero que al carecer del componente visual que las sostiene, el discurso se ve desmerecido, o se vuelve magro cuando en realidad fue pensado y producido de otro modo. Si a esa música le agregáramos el gesto, la mirada del que toca o canta, el entorno, e incluso un par de cosas más que acentúen la retórica visual, sería magnífico. Sin todo eso es sólo "normal", o incluso aburrido.

Cerrando esta perorata, y uniendo mi idea de la percepción contrarreformista (tan influenciada por los Ejercicios de San Ignacio), con esta nueva experiencia de grabar, descubro que una vez más el círculo se cierra: el moderno disco no hace sino actualizar la antigua idea de "ver con los ojos del alma", que deben abrirse al escuchar la música, para ponerle el componente que le falta, y así completar el discurso (que en realidad debe ser pensado para despertar los sentidos espirituales, sabiendo que los del cuerpo estarán ocupados en otra cosa en el momento de escuchar el disco).

A la magnífica idea de "escuchar con los ojos", tan querida por mí y acuñada por Shakespeare, Quevedo y Sor Juana, le agrego ahora la de "mirar con los oídos", mientras descubro sorprendido que también necesito anteojos para escuchar.




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