lunes, 28 de mayo de 2012

La ópera (felizmente y de a poco) se renueva


Ayer publiqué en Diario Perfil una columna sobre mi opinión sobre la nueva visita de La fura dels baus a Buenos Aires, y sobre los cambios en el mundo de la ópera. La transcribo a continuación, ojalá la disfruten.

Giovanni Artusi, lo pongo grande, porque hoy no lo conoce nadie

Bienvenidos los cambios

El paso del tiempo, y las transformaciones tecnológicas y filosóficas han traído obvios y fundamentales cambios al universo de las artes performativas.

El teatro, el cine y toda la amplia gama de manifestaciones de video-arte, o imagen con contenido artístico mutan todo el tiempo. Baste recordar que una película de 30 años se puede considerar “vieja” en su estética, ritmo y contenido. En una vereda opuesta, la ópera y sus acérrimos fanáticos se empeñaron en mantener un statu quo que a veces termina en una senectud perenne, pero que la mantuvo intacta y sin cambios durante siglos. Sin embargo, los avances visuales que nos son cotidianos (basta prender el televisor y hacer unos minutos de zapping) fueron metiéndose en los teatros líricos, y fue así que sus asistentes disfrutaron, maravillados, de proyecciones, de disfrutar de detalles mínimos agigantados en tiempo real, y de ver interactuar a los personajes reales con la virtualidad.

La Fura dels Baus hace ópera desde hace más de diez años, en Europa. Mientras que allá comenzaban a meterse en el mundo del teatro cantado, trajeron a la Argentina sus obras teatrales y sus espectáculos de “lenguaje furero”, como ellos mismos los denominan. Al principio atrajeron a un público más alternativo, pero de a poco se fueron insertando en espacios convencionales, o en sitios alternativos atrayendo al público conservador. Finalmente, en la temporada 2011, llegaron al teatro Colón, con todo lo que eso significa.

El lenguaje del grupo suele ser crudo, tanto como la vida misma, pero al mismo tiempo presentan escenas de belleza sutil, sencilla y conmovedora... y eso también es parte del mismo vivir. Son alternativos, quizás, porque se animan a mostrar todo sin tapujos.

Discusiones en la ópera, entre los partidarios de lo “moderno” frente a lo “conservador”, hubo siempre. A principios del siglo XVII Giovanni Artusi se ensañó con Monteverdi, intentando denostarlo por su chocante crudeza, y hoy nadie recuerda ni su nombre. Algunos, pocos, rezongarán por este título y por sus actores en el Colón, seguramente se queden en sus casas a mirar un DVD. Bienvenidos los cambios.

Ramiro Albino
Si quieren ver la columna en la página de Perfil, vayan al sgte link:

Si quieren una referencia a Artusi, click abajo (no encontré una mejor en castellano, ojalá entiendan inglés)

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